En Maderitas recibimos a los alumnos de Segundo Año del IPEM Nº 208 Marina Waisman en nuestro local/taller, junto con su Profe de Educación Tecnológica, para mostrarles cómo nacen nuestros juguetes de madera.
Fue una jornada llena de curiosidad, aprendizaje y descubrimiento sobre el oficio, los materiales y el mundo del juego consciente.
Cómo fabricamos juguetes de madera sostenibles y educativos
Durante la visita, los estudiantes recorrieron cada una de las etapas que le da vida a nuestros juguetes:
- Selección de la madera: elegimos piezas seguras, livianas, sin nudos y de fuentes responsables.
- Diseño y dibujo: mostramos cómo empezamos cada idea haciendo bocetos, plantillas y planos digitales.
- Corte y mecanizado: con el CNC y herramientas tradicionales, la madera comienza a transformarse.
- Lijado y terminación: bordes suaves, formas redondeadas y detalles que hacen que cada pieza sea única.
- Armado final: encastres, ruedas, tarugos, pintura, y el amor que ponemos en cada juguete.
Los alumnos pudieron ver cómo cada pieza nace con un propósito educativo, acompañando el aprendizaje a través del juego real y significativo.

Nuestros valores como fabricantes: el oficio y la importancia de crear con las manos
Compartimos con los alumnos algo fundamental para nosotros: que cada juguete tiene una historia, y que detrás de cada pieza hay manos que trabajan con dedicación, paciencia y amor.
Hablamos sobre:
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Por qué elegimos trabajar con madera: un material natural, cálido, renovable y seguro.
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Cómo se aprende el oficio del carpintero/juguetero: práctica, constancia y pasión.
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La importancia de crear objetos reales en un mundo cada vez más digitalizado.
Los chicos pudieron ver las herramientas que usamos (gubias, sierras, lijas, CNC), entender cómo diseñamos los juguetes en bocetos y planos, y cómo cada etapa del proceso suma para lograr un producto final único.
Una experiencia participativa: aprender tocando, probando y creando
Uno de los momentos más significativos de la visita ocurrió cuando los estudiantes pudieron experimentar, con sus propias manos, la transformación que atraviesa la madera.
Compararon un bloque en estado natural con un juguete terminado, y esa simple acción abrió un espacio de descubrimiento: entendieron que detrás de cada pieza hay tiempo, dedicación, creatividad y trabajo artesanal.
Hicimos demostraciones en vivo: lijado, ensamblado, encolado, armado de ruedas.
Además, invitamos a los alumnos a imaginar y dibujar qué juguete inventarían ellos mismos.
¡Sus ideas fueron increíbles!
El impacto del juego consciente: valores que construimos junto a nuestras familias
Aunque esta visita fue pensada para estudiantes, quisimos compartir con ellos los valores que las familias construyen cada día con nuestros juguetes.
Les contamos que en Maderitas trabajamos para acompañar una crianza más consciente, donde el juego real —ese que se toca, se huele, se comparte— tiene un lugar importante.
Los valores que transmitimos a través de nuestros juguetes también pueden inspirar a los chicos a:
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Jugar sin pantallas
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Crear con libertad
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Usar materiales nobles y seguros
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Valorar los objetos hechos con manos reales
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Cuidar el ambiente y elegir productos sustentables
Entender esto los ayuda a mirar sus propios juegos desde otra perspectiva: ¿de qué están hechos?, ¿cómo se producen?, ¿qué historia cuentan?
Por qué elegir juguetes de madera: beneficios para el aprendizaje
Durante la jornada, también reflexionamos juntos sobre por qué los juguetes de madera siguen siendo tan valiosos:
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Son duraderos, reparables y atemporales.
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Están hechos con materiales seguros y no tóxicos.
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Estimulan la imaginación, el movimiento y el pensamiento creativo.
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Evitan la sobreestimulación digital y promueven experiencias reales.
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Acompañan diferentes edades sin perder valor educativo.
Maderitas ofrece una alternativa más humana y consciente en un mundo donde las pantallas suelen ocupar demasiado espacio.

Lo que dijeron los alumnos: sus pensamientos después de la visita
Antes de despedirnos, les pedimos a los chicos que compartieran qué les sorprendió o qué se llevaban de esta experiencia.
Estas fueron algunas de sus reflexiones:
“Nunca había visto cómo se hace un juguete desde cero. Pensé que era todo con máquinas, pero hay mucho trabajo a mano. Eso me encantó.” — Sofía
“El taller tiene un olor a madera re lindo. Me sorprendió que todo se hace con mucha paciencia y que no es algo rápido. Aprendí a valorar más las cosas hechas a mano.” — Bruno
“Me impresionó que todo empieza con un pedazo de madera tan simple. No sabía que había tantas etapas para que quede así de perfecto.” — Mateo
“Me dieron ganas de hacer mi propio diseño. No sabía que existía este oficio, y ahora quiero probar algo relacionado con diseño o carpintería.” — Lara
“Está bueno que los juguetes no tengan pantallas. Mi hermanito pasa mucho tiempo con el celu y esto me hizo pensar en otras formas de jugar.” — Joaquín
“Me gustó que cuiden el ambiente y usen madera que no contamina. No sabía que eso también era parte de pensar un juguete.” — Milena
Estos comentarios reflejan lo que más nos inspira: despertar curiosidad, sembrar preguntas y mostrar que los oficios manuales también son un camino lleno de creatividad, propósito y futuro.
Un cierre que nos inspira a seguir
La visita del IPEM 208 nos reafirma nuestra misión: crear juguetes que inspiran, enseñan y conectan a los chicos con el mundo real.
Creemos profundamente que el futuro de nuestros hijos —y de nuestros estudiantes— se construye entre todos: con presencia, con valores y con experiencias que los ayuden a crecer.
Nos encantó que los alumnos se sumaran al mundo de Maderitas y que puedan llevarse un nuevo modo de mirar el juego!
Gracias por acompañarnos y por apoyar una infancia más consciente, creativa y ecológica.
¡Los esperamos en futuras visitas!
